lunes, 23 de abril de 2012

¿Cómo que no pasa nada?!! ..Claro que pasa!!


Cuando una madre siente que está embarazada, o desea estarlo, está ansiosa por que llegue el día de la falta para que por fin, el bendito predictor, dé positivo.
La sensación y la emoción de ese positivo es muy variada, pues puede ser desde que el embarazo no sea deseado, a que sea súper deseado, y a partir de aquí hay tanta variedad de emociones como distintos tonos desde el blanco al negro.

Lo que sí es seguro y común a todas las mujeres ante un resultado positivo, es que, desde ese preciso momento, la mujer ya se siente madre.
Y esta sensación es como el flechazo cuando surge en el amor.... es algo emocional, visceral, desde el  inconsciente, para nada es una cosa mental.

Por esto, cuando la madre, por las circunstancias que sean, pierde a ese bebe, su dolor es tan grande como cuando se pierde un amor, incluso mucho más diría yo...
El proceso que se vive es exactamente igual a la pérdida de cualquier otro ser querido.
Pasamos por la incredulidad, por la rabia, la tristeza, la pena, la resignación, la negación, la aceptación y todas y cada una de las etapas y emociones mezcladas durante el día, en el transcurso de los días.... Unas veces estamos bien, otras estamos enfadadísimas (a veces incluso descargando esa rabia contra otros seres queridos que nada tienen que ver), otras nos damos cuenta de que se nos había olvidado... pero todo forma parte del duelo, como en cualquier otro duelo.


Porque da lo mismo el tiempo del que estuviese la madre embarazada, da lo mismo.... desde el primer día siente en las entrañas a ese Ser... y desde el primer día que muere su bebé, siente ese vacío en las entrañas.


El aborto es un tema tabú, un tema del que no se habla, una circunstancia que para nada, se cuida emocionalmente. Y esto está tan arraigado social y culturalmente que hasta la propia madre lucha entre lo que siente y lo que "debería sentir".

Escucha frases como "ah... estabas de poco..." y aunque siente mucho dolor, empieza a  pensar, que, tal vez no es para tanto...

Pero esto no es así, los seres humanos cada vez estamos más desconectados de lo que sentimos y es más, cada vez más, educamos sin emoción, sin permitir todas y cada una de las emociones. Sólo permitimos las "buenas" , la risa, la bondad, la alegría... pero no permitimos que los niños expresen la rabia, el enfado, y mucho menos soportamos la tristeza, en seguida les cortamos el llanto...

Luego somos seres adultos que, ante un evento triste, o de rabia, o de pena, no sabemos manejarnos y cuando sentimos alguna de estas emociones y alguien verbaliza que "no es para tanto", inmediatamente continuamos forjando esa coraza que nos distancia de nuestro propio Ser Interior y dejamos de permitirnos sentir lo que sea que estemos sintiendo.

Pues sí señor@s.. Sí es para tanto, esa madre ha perdido a su hijo, y el hecho de que estuviese de pocas semanas no es motivo para sentir menos dolor.
El dolor, la tristeza, la ira, el miedo, la alegría... todas son emociones básicas y necesarias en el Ser Humano y cada uno la vive libremente, como puede, como sabe o ..como es capaz de soportar....

Soy Doula y Educadora Perinatal, el tema del acompañamiento en el duelo es un tema que siempre me ha importado e interesado, pero hasta que no he vivido dos abortos en mis propias carnes y los respectivos duelos, no he podido percibir y comprender, la magnitud de esos sentimientos y de ese dolor. Cada aborto ha sido en circunstancias diferentes, en semanas diferentes, pero los dos han tenido en común la misma emoción, el mismo dolor...


Cuando algo de esto pasa, escuchamos frases como: 


- "no te preocupes, tendrás más" y yo le contestaría "yo no quiero más, quería a este!!" es como si se te muere un hermano y te dicen "bueno... no te preocupes...todavía tienes a otros hermanos" ... 

- "pero de cuánto estabas? ah!! estabas de poco!! peor habría sido si estuvieras de más..."... y yo le contestaría "y qué?!!" ¿qué mas da el tiempo del que estés?, es como si empezaras tu relación con una pareja y se te muere a la semana, ¿acaso esa viuda es menos viuda o siente menos dolor?... o ¿es que duele menos que se muera un niño de 3 que uno de 15?... el tiempo no existe para el amor..

- "Porque no tenía que estar aquí... porque ese era su destino, por lo que sea"... vale, puedo estar de acuerdo, pero ahora, lo siento, no me consuela, todos, incluido el que cree y acepta "ese destino" lo maldice cuando sufre una pérdida

- "Ahora a hacer el amor como una loca y verás como pronto estas otra vez embarazada"... si... jeje... ya.... acaso se te ocurre decirle a alguien en el tanatorio "vayámonos de fiesta mañana!! y verás que pronto estas contenta"  pues no.... y para hacer el amor tampoco está la madre, hasta que no procesa un poco el duelo... precisamente, por donde "entra ese amor" es "por donde ha salido la muerte"....

- "pero, ¿Estabas tranquila, o vas estresada?, ¿Te estabas alimentando bien?, ¿Tenías pensamientos positivos?..." y miles de preguntas así que buscan una respuesta posible a algo que no tiene explicación, y lo único que consigue es poner duda en una misma o hacerla sentir culpable si en algún momento pensó, comió o actuó fuera del "ideal" para que todo sea perfecto...

Muy agradecidas señor@s, pero sinceramente, creo que si pensásemos un poco y practicásemos más la empatía, nos ahorraríamos el esfuerzo por dar un consejo o aliento inapropiado. ...y también aliviaríamos a la madre.

Después estamos las madres que ocultamos ese aborto, que no decimos nada a nadie, negándonos lo ocurrido a nosotras mismas y a los demás, o simplemente que no sabemos o podemos poner nombre y palabras a ese dolor porque no encontramos el espacio apropiado donde compartirlo libremente sin sentirnos juzgadas o con este tipo de consejos que he nombrado... ese dolor debe corromper por dentro...más aún si te pasa varias veces seguidas....  tener que vivir la vida, las rutinas, el trabajo, los amigos sintiendo lo que sientes y sin poder compartirlo, ha de ser una de las vivencias más dolorosas y dañinas que se puedan vivir.

Yo animo a todas las madres que expresen, que busquen un espacio seguro, donde poder llorar mientras te abrazan o simplemente te ponen la mano sobre la espalda, sin decir nada, sintiéndote acompañada. Que compartan con otras madres que han pasado por lo mismo.
Que lo cuenten a las personas que quieren, que sabe que sólo le van a decir un "lo siento, aquí estoy para lo que necesites" o un simple "¿Cómo estas?",  pero que respetan tu espacio, sin entrometerse y estando disponibles cuando les pidas ayuda.
Es importante expresar y vivir las emociones y puedo decir que, sabiendo con quién compartes, es posible encontrar ese espacio de desahogo, de consuelo de expresión.


Pronto en nuestra asociación crearemos un espacio para esto, donde poder expresar emociones, sentimientos, hacer visualizaciones, escribir.... porque durante estos años hemos podido experimentar la importancia de poder tener un espacio donde compartir dudas y vivencias de la crianza, y nos hemos dado cuenta de que esto no es para menos... que cuando hay un círculo de personas dispuestas a estar presentes, a escuchar y a compartir emociones, se crea un espacio saludable donde poder expresar sin miedo... y esto es muy beneficioso para el ser humano y las relaciones.



Al resto, os propongo que, con un simple "¿Cómo estas?", "lo siento", "no sé qué decirte", "aquí estoy para lo que necesites" , enviar un mensaje diciendo "te envío un abrazo", "te deseo un feliz día", etc... ya es más que suficiente, porque en realidad, poco se puede decir... y si no sabes qué decir, no digas nada, la buena intención se percibe y, a veces, sobran las palabras.

Regina Bordera.
Associació Criant.
Doulas Alicante



jueves, 19 de abril de 2012

Doulas. Un apoyo emocional en la maternidad.

Vivir el parto y el posparto en compañía de otra mujer (una que haya pasado por la experiencia y sea capaz de comprender lo que se siente) puede ser muy beneficioso para la futura mamá, su pareja y el bebé que nacerá. Diferentes estudios y publicaciones hacen hincapié en esta idea. No es lo mismo dar a luz sola, que hacerlo acompañada. Y si la persona que acompaña ya conoce el proceso del parto, los temores y las dudas, contribuirá a generar un ambiente más sereno y distendido. Ese es el papel de las doulas: aportar tranquilidad y confianza a la mujer, apoyarla en los momentos más duros y compartir con ella todo aquello que sabe sobre el nacimiento de un bebé.

Doulas: de mujer a mujer

Hasta no hace tanto tiempo, las mujeres se preparaban para el parto con el apoyo de sus propias madres, alguna tía u otra mujer de la familia. Sin embargo, en muchos países se ha perdido esa costumbre, y España no es la excepción. La abundante información que se localiza en Internet, los diversos cursos de preparación al parto y una bibliografía cada vez más extensa sobre la maternidad han provocado, en parte, ese cambio de hábitos. A estos factores hay que añadir que muchas mujeres viven lejos de sus familias y que los varones se han implicado cada vez más en el nacimiento de sus hijos. La presencia del padre en el parto, los cursos y las lecturas suelen ser apoyo suficiente.

A pesar de estas ventajas, muchas mujeres se sienten incomprendidas y solas, o echan en falta un apoyo femenino entre iguales, esa complicidad "de mujer a mujer" que no incluye conocimientos técnicos o médicos, sino experiencia, contención afectiva y comprensión. Y esa es la función de una doula, una mujer -en general, madre- que puede transmitirles todo lo que sabe y responder a sus dudas más íntimas a lo largo de todo el proceso, es decir: antes, durante y después del parto.

¿Qué hacen las doulas antes, durante y después del parto?

Tener un hijo es una experiencia vital incomparable. Sobre esta idea de base trabajan las doulas, que reconocen la importancia emocional que conlleva la maternidad y la paternidad, y se centran en cuidar a la mujer o a la pareja durante ese proceso de cambio. Antes del parto, ayudan a la futura mamá a conectar con su cuerpo, a relajarse y a desvanecer miedos y dudas. También se ocupan de conocer sus deseos, expectativas y planes de parto para intentar, junto con la matrona, que se cumplan en el momento de dar a luz. Ya sea en un hospital o en casa, intentarán favorecer un parto natural y relajado.

En esta etapa, su presencia es vital. Acompañan a la mujer parturienta tanto tiempo como ella desee, la mantienen informada sobre qué ocurre a su alrededor y procuran conseguir todo lo que la haga sentir más cómoda. Otro aspecto importante es que intentan hacer más fácil la comunicación entre los miembros de la pareja y entre ellos y los profesionales médicos y sanitarios. Tras el parto, ayudan a las mujeres con su recuperación física, con la lactancia y con la nueva vida de familia y de pareja.

Doulas y matronas: dos papeles diferentes

No se debe confundir el papel de las doulas con el de otras personas que participan en un parto, sobre todo con las matronas, cuya función es diferente. Las comadronas tienen una formación específica, unos conocimientos que les permiten cuidar a la mujer, detectar anomalías en el parto, ayudar al nacimiento del bebé, sugerir posturas para dar a luz o educar a la futura mamá en cuestiones relacionadas con su salud y la de su hijo. Las doulas, no.

Una doula, si bien puede ofrecer información o hacer sugerencias, no tiene la formación necesaria para acometer tareas clínicas. A diferencia de una matrona, no puede dirigir el proceso del parto. Su trabajo se orienta a la parte emocional -incluso, espiritual- de la mujer que dará a luz. Como se definen ellas mismas, son mujeres que ayudan a otras mujeres a dar sus primeros pasos por el camino de la maternidad. Sus atenciones y cuidados hacen foco en los sentimientos de la futura mamá y, también, del futuro papá. Tienen efectos muy positivos en el caso del primer hijo.

Además de la seguridad y la tranquilidad, diversas investigaciones reseñan los beneficios de contar con su presencia. Y algunas, incluso, los cuantifican. Es el caso del libro 'Mothering the mother, how a doula can help you have a shorter, easier and healthier birth' ('Mimando a la madre, cómo una doula puede ayudarte a tener un parto más corto, fácil y saludable'). Los autores, Marshall Klaus y John Kennell, señalan que una doula contribuye de manera notable a reducir los partos instrumentales. Según estos médicos, la tasa de cesáreas se reduce a la mitad, el uso de oxitocina y de fórceps baja en un 40%, y la utilización de anestesia epidural y analgesia también desciende (en un 60% y un 30%, respectivamente).

Cómo encontrar una doula

La figura de la doula no es nueva (su origen se enmarca en la antigua Grecia), aunque ha ganado protagonismo en los últimos años gracias a la promoción de los partos naturales, más humanizados. En la actualidad, varias asociaciones reúnen a estas mujeres y difunden su trabajo. Una de las más importantes es DONA. Radicada en los Estados Unidos, se fundó en 1992 por parte de dos prestigiosos médicos, Marshall Klaus y John Kennell, quienes se han dedicado a investigar los beneficios de las doulas en la experiencia de la maternidad.

En España también existen asociaciones y blogs que promueven la figura de las doulas, forman a mujeres en este campo, orientan a las familias y ayudan a encontrar a las doulas más cercanas según el lugar de residencia. Algunos ejemplos son: la Red Circular de Doulas, la Fundación Eomaia o el portal Doulas.es, que cuenta con un directorio con más de setenta mujeres de distintos puntos del país.

Fuente: Consumer.