Por Amy Norton
Las mujeres que intentan dar a luz mediante un parto vaginal después de haber tenido varios hijos por cesárea no tendrían más riesgo de sufrir complicaciones que las que tuvieron una sola cesárea previa, sugirió un nuevo estudio.
Antes, los médicos creían que si una mujer tenía un primer parto por cesárea, los demás debían ser de la misma manera porque la cicatriz uterina podía romperse durante el parto vaginal.
Pero ahora eso cambió y el parto vaginal es una opción segura para muchas mujeres que tuvieron un primer parto por cesárea. Dado que la intervención también tiene sus riesgos, como pérdida de sangre o infecciones y hospitalizaciones prolongadas, muchas preferirían el trabajo de parto.
Aun así, el Colegio Estadounidense de Obstetricia y Ginecología (ACOG por sus siglas en inglés) no recomienda el parto vaginal cuando una mujer tuvo tres o más cesáreas porque tienen alto riesgo de ruptura uterina.
Pero en el nuevo estudio, los investigadores hallaron que las mujeres con por lo menos tres cesáreas previas no tuvieron un riesgo elevado de sufrir una ruptura uterina en el parto vaginal.
De hecho, ninguna de las 89 mujeres que intentaron tener un parto vaginal tuvo esa complicación, publicó la revista BJOG.
Eso sugiere que sería "razonable reconsiderar" la recomendación de ACOG, indicó la doctora Alison G. Cahill, de la Escuela de Medicina de la Washington University, en St. Louis.
El mes próximo, los Institutos Nacionales de Salud se reunirán para elaborar un consenso sobre el parto vaginal después de una cesárea.
Por ahora, dijo Cahill, es importante que las mujeres que tuvieron tres o más cesáreas conozcan la recomendación de ACOG. Pero aconsejó conversar con el médico sobre la posibilidad de elegir el parto vaginal, ya que "las recomendaciones pueden cambiar con nuevas evidencias".
El equipo de Cahill revisó las historias clínicas de 25.000 mujeres en los 17 hospitales en Estados Unidos donde habían tenido hijos con por lo menos una cesárea previa.
El grupo incluyó a 860 mujeres con por lo menos tres cesáreas previas. De ese total, 89 intentaron tener un parto vaginal. Las 771 restantes eligieron repetir la cesárea.
No hubo casos de ruptura uterina en ningún grupo.
Las 89 que eligieron intentar un parto vaginal no sufrieron lesiones en la vejiga ni los intestinos, o laceraciones en la arteria uterina, a diferencia del 2 por ciento de las mujeres que tuvieron una nueva cesárea. Sin embargo, para los autores, esa diferencia no fue significativa.
En los casos en que el parto fue exitoso, es decir, el médico no tuvo que optar por una cesárea en el trabajo de parto, las posibilidades fueron similares sin importar la cantidad de cesáreas previas.
Unas 13.600 mujeres con una o dos cesáreas previas eligieron tratar de tener un parto vaginal, con una tasa de éxito del 75 por ciento. Eso aumentó al 80 por ciento en las mujeres con antecedentes de tres o más cesáreas.
Cahill dijo que todas las participantes habían tenido una cesárea con una incisión transversal baja (un corte horizontal en la parte más baja del útero). Ese tipo de cortes tienen bajo riesgo de ruptura, comparado con la incisión vertical alta "clásica" y el corte uterino más alto.
FUENTE: BJOG, online 3 de febrero del 2010.
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