domingo, 26 de junio de 2011

Los niños “deberían dormir con sus padres hasta los cinco años”


Uno de los más conocidos expertos en salud mental infantil del Reino Unido ha aconsejado que los padres no sigan años de convención y permitan a los niños que duerman en la cama con ellos hasta los 5 años. Margot Sunderland, directora deeducación en el Centro para la Salud Mental Infantil de Londres, dice que la práctica de colecho hace más probable que los niños se conviertan en adultos sanos y tranquilos.

Sunderland, autora de 20 libros, da su consejo en ‘The Science of Parenting’ (La Ciencia de Ser Padres), que se publicará este mes.

Está tan segura de los descubrimientos que aparecen en su nuevo libro, basados en 800 estudios científicos, que ha pedido que se entregue a las enfermeras de pediatría una hoja de datos para educar a los padres sobre el colecho.

“Estos estudios deberían se diseminados ampliamente a los padres”, dijo Sunderland. “No culpo a los que escriben guías de se padres – ¿por qué van a saber ellos sobre ciencia? El noventa por ciento es tan nuevo que ahora necesitan saberlo. No hay ni un estudio que diga que sea bueno dejar a tu hijo llorar.”

Dice que la práctica común en el Reino Unido de enseñar a los niños a que duerman solos desde que tienen solo unas semanas es dañino porque la separación de los padres incrementa el flujo de las hormonas del estrés, tal como el cortisol.

Sus descubrimientos están basados en el avance de la comprensión científica durante los últimos 20 años sobre cómo se desarrollan los cerebros de los niños, y en estudios que usan resonancias para analizar cómo reaccionan en circunstancias particulares.

Por ejemplo, un estudio neurológico hace tres años mostró que un niño separada de uno de sus padres experimentaba actividad cerebral similar a uno que tuviera dolor físico. Sunderland también cree que la práctica actual está basada en actitudes sociales que deberían ser abandonadas. “Hay un tabú en este país sobre que los niños duerman con sus padres”, dijo. “Lo que he hecho en este libro es presentar la ciencia. Estudios de todo el mundo muestran que el colecho hasta los cinco años es una inversión para el niño. Pueden tener ansiedad por separación hasta la edad de cinco años o más, lo cual puede afectarles más adelante en la vida. Esto lo tranquiliza el colecho.

Los síntomas también pueden ser físicos. Sunderland cita un estudio en el que aproximadamente 70% de mujeres que no habían sido atendidas cuando lloraban de niñas desarrollaron dificultades digestivas en edad adulta.

El libro de Sunderland la separa de los libros más leídos sobre cómo ser padres, tales como el de Gina Ford, que tiene miles de seguidores. Ford recomienda que se establezcan rutinas de sueño para bebés desde que son muy jóvenes en cunas “lejos del resto de la casa” y enseñar a los bebés a dormir “sin la ayuda de los adultos”.

En su libro “The Complete Sleep Guide for Contented Babies and Toddlers” escribe que los padres necesitan tiempo para si mismos. “El colecho… suele acabar con los dos padres durmiendo en habitaciones separadas” y madres exhaustas, una situación que “pone una presión enorme en la familia entera”.

Annette Moutford, directora de la organización para padres ‘Family Links’, confirma que la norma era que los niños del Reino Unido durmieran en cunas y camas, normalmente en habitaciones separadas, desde una temprana edad. “Los padres necesitan su propio espacio,” dijo. “Definitivamente hay beneficios en animar a los niños a que tengan su propia rutina del sueño en su propio espacio.”

Sunderland dice que se ha comprobado que el poner a los niños en sus propias camas cuando solo tienen unas semanas de edad, incluso si lloran por la noche, incrementa el flujo de cortisol.

Los estudios de niños de menos de cinco años muestran que para más del 90%, el cortisol sube cuando van a la guardería. Para el 75% baja cuando vuelven a casa.

El Profesor Jaak Panksepp, un neurocientífico en la Washington State University, que ha escrito el prólogo del libro, dijo que los argumentos de Sunderland eran “una historia coherente que se muestra consistente con la neurociencia. Una sociedad sabia debería seguir sus consejos”.

Sunderland dice que acostar a los niños solos es un fenómeno peculiar a la sociedad occidental que puede aumentar las posibilidades del síndrome de la muerte súbita del lactante (SMSL). Esto puede ser debido a que el niño se pierde el efecto calmante para la respiración y corazón de estar echado al lado de su madre.

“En el Reino Unido, 500 niños mueren cada año de SMSL,” escribe Sunderland. “En China, donde [el colecho] es normal, SMSL es tan raro que no tiene ni nombre.”

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