Hoy en día, muchas mujeres viajan desde lugares lejanos para parir en La Granja, y los métodos de Gaskin han obtenido el respeto de los profesionales sanitarios en todo el mundo. Incluso hay una maniobra obstétrica que lleva su nombre. Ahora, a la edad de 71 años, se le otorga el mérito de haber hecho renacer una profesión que estaba prácticamente extinta en Estados Unidos, inspirando a multitud de mujeres a iniciarse en la matronería y ayudando a fundar la “Alianza de Matronas de Norte-América”. Pero, aunque se va aumentando el porcentaje de partos atendidos por matronas en Estados Unidos -aproximadamente un 7,5% en 2008 — también encuentran cada vez más dificultades en trabajar junto con los doctores en los hospitales. En su último libro, Birth Matters: A Midwife’s Manifesta, Gaskin expone que América necesita más que nunca a las matronas
Comenzaste atendiendo partos sin formación médica. ¿Cómo supiste que podías hacerlo?
Sabía como proceder en caso de potenciales complicaciones porque algunos amables doctores me ayudaron. Pero básicamente me estaba comportando de la misma manera en que mi tía, que tenía una granja, lo hacía alrededor de cualquier mamífera durante el parto. No la molestas, no la enfadas. Se merecece paz, calma y respeto. Este comportamiento se tradujo en que no se necesitó ninguna cesárea en los primeros 200 partos en la Granja.
La tasa de cesáreas en La Granja es muy baja, por debajo del 2% en unos más o menos 3000 partos, mientras que la media en Estados Unidos para mujeres de bajo riesgo es del 20%. ¿Me lo explica?
Es muy raro ver un parto no molestado en un hospital universitario en Estados Unidos, pero cuando ves a una mujer que no tiene miedo, que da a luz sin interferencias, te stand back con admiración y te das cuenta de la poca ayuda que se necesita, salvo en circunstancias excepcionales. Eso no significa que no debas estar cerca en caso de que surja algún problema. Sólo quiere decir que deberías ser capaz de notar cúando hay un problema y que deberías ser capaz de saber cómo no crear problemas.
La cantautora Ani DiFranco, que ha escrito el prólogo de tu nuevo libro describe un parto en casa muy largo y doloroso.
Sí, ella sabe lo difícil que puede llegar a ser. Pero también pregunta ¿por qué tenemos tanto miedo del dolor en el parto? ¿Por qué las mujeres que eligen partos sin medicalizar son tachadas de masoquistas?
¿Por qué el título Birth Matters (el parto importa)? ¿A quién estás intentando convencer?
Últimamente estoy reflexionando sobre la necesidad de hacer que hombres se interesen por el parto. Porque los futuros padres tienen un instinto protector muy fuerte, y no lo están utilizando bien. Los hombres entienden inmediatamente lo que yo llamo “la ley del esfínter“. No puedes intentar defecar mientras estás tumbado boca arriba, atado a varias máquinas y con gente gritándote. ¿Por qué, entonces, seguimos tratando a las mujeres como si sus emociones y comodidad y las posiciones que quieran adoptar durante el parto fueran contra las normas?
Casi parece que quisieras llamar el libro Las Matronas Importan
Si el parto importa, las matronas importan. En Europa hay hospitales con tasas de cesáreas por debajo del 10%. En esos hospitales los partos son atendidos por matronas y se dan muchos menos casos de readmisiones con infecciones y complicaciones, y muchos menos daños a la madre.
Sin embargo, en Estados Unidos, se están reduciendo los servicios de las matronas
De hecho, la situación está empeorando mucho. Todavía hay mucha hostilidad contra las matronas.
¿Le habla con franqueza a los ginecólogos sobre esto cuando da conferencias en los hospitales? ¿Se ofenden por ello?
Muchos ginecólogos tampoco están contentos con las altas tasas de cesáreas. Los seguros por mala praxis se han convertido en los jefes de los obstetras. Antes los ginecólogos aprendían técnicas para atender partos gemelares o de nalgas vaginalmente. Ahora todo lo que realmente pueden ofrecer son cesáreas. Si eres una mujer que desea un parto de nalgas vaginal en este país, probablemente tendrás que encontrar una matrona. Cuando voy a los hospitales hablo sobre cómo hacemos las cosas en La Granja. Me encanta hablar con ginecólogos. Las matronas y médicos tenemos mucho que aprender unos de otros.
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