miércoles, 7 de abril de 2010

Parto en el agua con la ayuda de delfines: historia, beneficios y las investigaciones de Igor Tcharkowsky

como siempre el blog alternativo regalando artículos interesantísimos. Aquí os dejamos uno más:


“Los delfines junto con los elefantes, son una de las pocas especies no humanas que utilizan verdaderas parteras o comadronas, que se encargan de sacar a la superficie al delfín recién nacido para que respire por primera vez, e incluso se ocupan de hacer desaparecer la placenta para evitar que la sangre atraiga a los depredadores. Tal vez, por esta misma razón, sienten esa empatía por las hembras humanas embarazadas”
El yoga del mar

En este vídeo podemos contemplar una imagen muy diferente del parto a la que inunda el inconsciente colectivo y potencian los medios de comunicación.

En el parto en el agua ayudado por delfines vemos intimidad, calma, confianza de la madre (tres requisitos claves para el desarrollo del parto como vimos aquí), gozo, apoyo del padre, ausencia de sangre (que se produce por la episiotomía y no por el parto en si mismo hasta el desprendimiento de la placenta), la magia de la entrada en la vida en un entorno acogedor y amoroso, y la presencia de 2 matronas: una humana y otra mamífera-acuática: el delfín.

Aunque lo observemos como algo muy exótico, ni el parto en el agua, ni la compañía de delfines es algo novedoso.

PARTOS EN EL AGUA

El famoso obstetra Michel Odent fue pionero de los partos en el agua en el mundo occidental y en los 70 instaló en su clínica de Pithiviers (Francia) bañeras-piscinas de parto cuando se percató que muchas mujeres sentían una irresistible atracción por el agua y el color azul durante el embarazo. De hecho, pintaron de azul la sala de partos y dibujaron delfines.

En su libro “We are all water babies” (Somos todos hijos del agua), Odent con la colaboración de la fotógrafa submarina Jessica Johnson muestra bellísimas imágenes de bebés, padres, madres y hasta abuelos en un entorno acuático.

Pero los partos en el agua no surgieron allí, sino que son una antigua tendencia natural bien enraizada en la cultura de muchos pueblos.

En diferentes etnias africanas, las mujeres daban a luz escuchando el sonido del agua, que les ayudaba a concentrase, o sumergiéndose en un río, cuyo oleaje favorecía los movimientos del niño en el vientre.

Las mahoríes del Pacífico Sur dan a luz en el agua, e incluso algunas mujeres en el mar, como en ciertos pueblos japoneses cerca de las playas. Y podemos retroceder en el tiempo y los mitos hasta llegar a Afrodita, diosa del amor, que también nació en el agua.

En la actualidad, muchos hospitales y centros de parto cuentan con bañeras especiales. En España mencionamos la veterana Clínica Acuario en Valencia, pero, gracias a “La Estrategia de Atención al parto normal” del Ministerio de Sanidad y los nuevos protocolos, se están generalizando mejoras en este sentido, como en varios hospitales gallegos.

Según las estadísticas, el 90% de las mujeres que dan a luz en el agua califica su experiencia de excelente, yo soy una de ellas como ya expliqué, y podemos entender porqué en este parto en el agua hospitalario y en este domiciliario.

Los BENEFICIOS DEL AGUA CALIENTE en el parto son los siguientes:

  • Disminuye la angustia y la producción de adrenalina
  • Atenúa el dolor
  • Reduce o elimina la necesidad de fármacos
  • Relaja los músculos
  • Se evitan desgarros
  • Induce ondas cebarles alfa
  • Favorece la secreción de oxitocina, la hormona del amor
  • Se logra un mayor estado de intimidad por el aislamiento sensorial que produce el agua caliente
  • Permite una postura libre y cómoda para la mujer a favor de la ley de la gravedad, a diferencia de la posición tumbada o litotomía

Respecto a las partos con delfines, podemos mencionar al ruso IGOR TCHARKOWSKY que obtuvo el reconocimiento mundial por sus investigaciones sobre partos en el agua tras la emisión en 1990 del programa “Lettres d ‘un autre monde” en una televisión francesa .

Su formación es ecléctica y poco convencional: educado en plena naturaleza en los bosques de Asia Central, cerca de Siberia, estudió terapias naturales con chamanes, fue entrenador mental del equipo olímpico de natación en la ex-Unión Soviética y siempre estuvo rodeado de polémica.

Igor Tcharkowsky, también conocido como el “Mago de Sudak”, creó un sistema propio para mujeres embarazadas que se iniciaba incluso antes de las concepción y que incluía prácticas como:

  • Vivir los 9 meses de embarazo rodeadas de belleza, con música, relajación, sonidos y aromas suaves, buenos pensamientos, … (Esta misma idea se explica muy bien en dos obras del Maestro O.M. Ainvanhov: que son: “El verdadero trabajo de la madre durante la menstruación” y “Una educación que comienza antes del nacimiento
  • Establecer vínculo con el bebé hablándole, visualizándole y expresando continuamente el amor que se siente por él
  • Natación en las gélidas aguas del mar Muerto
  • Respiraciones
  • Visualizaciones y meditación en los mismos lugares donde tendría lugar el parto
  • Establecer una relación muy estrecha con el océano, especialmente con los delfines

Y todo ello desde una dimensión espiritual en la que la preparación al parto se considera un verdadero proceso iniciático y yóguico.

Los partos de este terapeuta-chaman tenían lugar en el agua: en bañeras redondas de agua caliente, o en paritorios naturales de roca descubiertos por el mismo.

Para Igor Tcharkowsky, el vientre de la mujer embarazada es transparente a los ultrasonidos de los delfines y gracias a ello puede establecer una comunicación empática y telepática con el feto.

También explica que los delfines, junto con los elefantes (de quienes ya publicamos un parto), son una de las pocas especies no humanas que utilizan verdaderas parteras o comadronas, que se encargan de sacar a la superficie al delfín recién nacido para que respire por primera vez, e incluso se ocupan de hacer desaparecer la placenta para evitar que la sangre atraiga a los depredadores. Tal vez, por esta misma razón, sienten esa empatía por las hembras humanas embarazadas.

Otra historia que demuestra la devoción y el respeto que sienten estos seres por los bebés humanos es la de una buceadora brasileña que fue rodeada durante una inmersión por una manada de delfines y obligada por ellos a salir a la superficie y volver a la orilla a donde le acompañaron. Días después descubrió que estaba embarazada. Los delfines la habían protegido como hacen con sus propias hembras.

En conclusión, en los países que tengan acceso a delfines en el parto, merece la pena informarse en profundidad sobre esta posibilidad, siempre que se trate de un parto de bajo riesgo y con todas las medidas de seguridad pertinentes, y en el resto del mundo, podemos también conseguir un parto en el agua o natural-respetado en tierra firme exigiendo nuestros derechos y el cumplimiento de las recomendaciones de la OMS.

La forma de nacer, aunque no sea decisiva, si influye en la vida de la persona y ojalá todos los nacimientos fuesen tan dichosos y amorosos como el del bebé del vídeo, con delfines o sin ellos…

Parte de la información de este artículo está extraída del muy recomendable libro “EL YOGA DEL AGUA” de Carmelo Ríos (páginas 110-123) y centrándose en el tema delfines y parto también existe “Delfines y telepatía y los partos bajo el agua: aventuras entre las inteligencias espirituales“.

En El Blog Alternativo: Artículos sobre parto
Más información parto en el agua: Revista natural y Babog

Vídeo 1 descubierto en Rafapal

NOTA: este artículo recoge sólo el trabajo de Igor Tcharkowsky de embarazo y parto, sus técnicas más polémicas son las de horas de inmersión de niños en el agua, pero ha conseguido excelentes resultados con niños desahuciados por la medicina, con graves deficiencias físicas o psíquicas o provenientes de la tragedia nuclear de Chernobil. En vez de tratar de fortalecerles con productos químicos, él lleva a los niños a límites de resistencia para “hacer que la energía de la Vida reaccione”.

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