“Probablemente la mayoría de vosotros sabéis que Estados Unidos ha sido el primer país en la historia que ha eliminado la profesión de comadrona.
LA ANIQUILACIÓN DE LA MATRONERÍA FUE UN EXPERIMENTO SOCIAL de carácter masivo que, durante un largo período, causó para las mujeres la pérdida de una fuente de conocimiento sobre las capacidades de sus propios cuerpos. Generaciones sucesivas de mujeres norteamericanas no creían que podían dar a luz sin fórceps, analgésicos, hospitales, doctores y episiotomías (…)
Por otra parte, ya nadie creía que la leche materna fuera buena, ya que muy pocos médicos sabían algo sobre la lactancia materna. Siguiendo los consejos de sus médicos, las mujeres muy obedientes, alimentaron a sus hijos con leche de vaca, creyendo que esta alimentación produciría niños más sanos que los niños alimentados con su propia leche (…).
Todos estos cambios radicales sucedieron en el mismo período en que las mujeres norteamericanas obtenían por primera vez el derecho de voto. De hecho la matronería había sido ya destruida en EEUU y Canadá antes de que las feministas se dieran cuenta de cuán importante era una matronería fuerte y autónoma para PROTEGER EL CONOCIMIENTO Y LA SABIDURÍA DE LAS MUJERES en cuánto a su capacidad de parir y amamantar”
Ina May Gaskin, comadrona
El 5 de mayo se celebra el Día Internacional de la Matrona, comadrona, partera, llevadora o los diferentes nombres de una labor tan antigua como la Humanidad, y es una fecha que sirve para recordar el trascendente papel de estas/estos profesionales –también hay hombres- y reivindicar la recuperación de su lugar en el parto que fue reduciéndose paulatinamente hasta desaparecer en el siglo XX en muchos lugares en los que ni siquiera existía formación específica de matronas.
Las matronas tradicionalmente eran consideradas mujeres sabias (sage-femme en francés) porque se trataba de mujeres de más edad y experiencia que ayudaban a otras mujeres a dar a la luz, desde la humildad, el respeto a la madre y el bebé, la intuición, la paciencia, la confianza en la mujer y en la Naturaleza y, por supuesto, con su experiencia acumulada.
Desde el siglo XVII, los médicos comenzaron poco a poco a atender a las parturientas imponiendo sus criterios y usurpando el papel de las comadronas en una desaparición paulatina de sus funciones hasta acabar siendo las meras ayudantes, apéndice del sistema obstétrico que es patriarcal e intervencionista, y eliminadas como profesión en algunos países desarrollados. De hecho, en España en algunas comunidades durante varios años no ha existido la especialidad de matronas.
Los estudios demuestran que los partos atendidos por matronas tienen la misma seguridad, incluso más, que los atendidos por médicos pero con menos intervenciones innecesarias: episiotomía, forceps, cesáreas, … Ellas, en su definición original, saben esperar pacientemente, empatizan más con la mujer y dejan que la Naturaleza siga su curso.
La función original de los médicos era solo intervenir en partos con patología, complicaciones, que son menos del 10% de los casos. Al dedicarse a atender también partos normales, no sólo se apropiaron del trabajo de las comadronas, sino que las formaron a su imagen y semejanza, con lo cual, como dice Michel Odent, cuando la mujer da a luz en un hospital está rodeada por tres hombres: el médico, el marido y la comadrona porque la formación determina completamente el tipo de atención.
“Hay que notar que la comadrona, en las actuales estructuras, forma parte del mundo médico. Ella aplica “la medicina”, que ha rechazado toda una experiencia femenina del nacimiento, de transmisión oral muy antigua, como rechaza lo que la mujer siente instintivamente como bueno para ella”
Dr. Bagros en “La revolución del nacimiento”
El restablecimiento del papel original de las matronas es imprescindible en el proceso de humanización del parto porque las mujeres, incluso informadas y conscientes, no lo pueden hacer solas.
Y en ese proceso están las matronas en la actualidad en muchos países del mundo: unas siguen abducidas por el sistema médico clásico reacio al cambio, otras están despertando -también junto con médicos- y descubriendo que su papel puede ser distinto, y muchas ya han recuperado su antiguo rol como vemos en el cortometraje “MOTHER OF MANY” (Madre de Muchas) dirigido por Emma Lazenby y que ha ganado un premio BAFTA.
“La celebración del Día Internacional de la Matrona es una forma de que las mujeres se unan al carro y luchen junto a los profesionales del sector por una mejor atención, igual que se unieron para tener partos de baja intervención y nosotros les hemos apoyado, así que ahora tendría que ser al contrario, que las mujeres reivindiquen la existencia de matronas en los centros donde no las haya. Es necesario que las mujeres conozcan bien lo que hacen las matronas por ellas”
María de los Ángeles Fernández, presidenta de La Asociación Andaluza de Matronas
Un ejemplo de la movilización de las matronas es el Libro Iniciativa Parto Normal, disponible en pdf, que la Federación de Matronas de España (FAME) elaboró en el 2008, junto con el Observatorio de la Mujer del Ministerio de Sanidad, en el que apuntan la necesidad de reducir la alta tasa de cesáreas innecesarias en España, reivindican que las mujeres de bajo riesgo accedan a partos con mayor libertad de movimientos, respeto de sus tiempos y menos intervenciones de rutina, etc. y remarcan que el parto es un acto fisiológico y normal.
Dicen que España lleva un retraso en estas reivindicaciones de las matronas de unos 20 años respecto a otros países europeos y todavía se viven muchas guerras de poder en los hospitales, pero ya no hay marcha atrás.
La recuperación de las funciones, dignidad-independencia y sabiduría ancestral de las matronas es un hecho lento, pero irreversible y necesario en un mundo mejor.
“Yo sugiero que hagamos el mundo para las generaciones futuras protegiendo el principio básico de las comadronas que creen que el cuerpo de las mujeres ha sido maravillosamente creado para realizar el acto de dar a luz y que enseñemos a las mujeres (y al público en general) cómo el parto institucional tiende a socavar la confianza de las mujeres en sus propias capacidades. Esta será una gran tarea, pero yo creo que es realizable.
Ina May Gaskin
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