martes, 12 de abril de 2011

La mejor guarderia. Tú casa.

“Desde hace muchos años estamos en una grave contradicción: por un lado se dedican muchos recursos a investigar el funcionamiento y la evolución del cerebro humano y de sus funciones, y también a investigar el desarrollo de la personalidad y de la salud mental.

Gracias a estas investigaciones hemos aprendido mucho sobre lo que el recién nacido y el niño necesitan para una evolución saludable. Hoy en día conocemos bien EL VALOR INSUSTITUIBLE DE LA RELACIÓN DE APEGO DEL BEBÉ Y SUS PADRES y de las interacciones de calidad que se generan en ella. Sin embargo, a menudo hacemos caso omiso a estos conocimientos y ponemos en riesgo la salud física y mental de nuestros bebés, los ciudadanos del futuro.

Este libro trata fundamentalmente de esta contradicción y sugiere la necesidad de AYUDAS LABORALES Y ECONÓMICAS A LOS PADRES para que puedan realmente conciliar su vida familiar y su vida laboral y criar saludablemente a su bebé

Eulàlia Torras de Beà es médico, psiquiatra y psicoanalista. Hace 40 años puso en marcha la Fundación que hoy en día lleva su nombre, dedicada a la atención psicológica y psiquiátrica de niños, adolescentes y familia. Ha publicado numerosos trabajos en revistas especializadas y varios libros como “Grupos de hijos y de padres” y “Dislexia en el desarrollo psíquico”.

A pesar de este curriculum, era una profesional totalmente desconocida para el gran público hasta que una entrevista suya en La Contra de La Vanguardia el 23-11-2009, titulada “La guardería no puede criar saludablemente a un bebé” la colocó en el punto de mira de las familias, médicos, psicólogos y profesionales de educación infantil por atreverse a decir en alto conclusiones que muchos expertos comparten, pero que cuestionan el modelo social y de mercado actual.

Recientemente ha publicado el libro “La mejor guardería, tu casa. Criar saludablemente a un bebé” en el que trata de devolverles a los padres la confianza en sus capacidades para cuidar a sus hijos tratando de que NO DIMITAN DE SUS FUNCIONES y se conviertan en “cuidadores de segunda”. En esta obra también explica las necesidades afectivas de los bebés, las consecuencias del EXCESO de horas alejados de sus padres y los problemas crecientes al adelantar la edad de entrada a la guardería, habiendo pasado en menos de una década de empezar a los 3 años, o más tarde, a que miles de bebés vivan desde los 4 meses fuera de su casa.

Y con estos hábitos de crianza externalizada-cultura del desapego, la Dra Torras de Beà advierte que España es ya el tercer país donde más psicofármacos se recetan a menores tras EEUU y Canadá.

En este post incluimos:

  1. su intervención en la televisión catalana, Singulars, hablando de este tema
  2. un texto de su libro tomado de la revista El mundo de tu bebé nº 214
  3. 2 documentales sobre autores o estudios que cita Eulàlia Torres de Beà, ambos del programa Redes de Punset: “Aprendiendo a ser padres” con Jay Belsky y “El cerebro de tu bebé”

1. ENTREVISTA EN SINGULARS

El programa Singulars entrevistó a esta autora el 22-3-2010 . Está en catalán pero se puede entender con cierta facilidad. Hacemos un RESUMEN:

La Dra Torras de Beà no se considera políticamente incorrecta, sino “profesionalmente correcta”

Afirma que tras su entrevista en La Vanguardia, ella recibió numerosos apoyos de familias, médicos y también de profesionales de guarderia

Ella no demoniza, pero tampoco mitifica a las guarderias. Y considera que aun siendo el personal muy profesional, capacitado y amoroso, no pueden cuidar a los bebés como sus progenitores con un ratio de 1 cuidador /6 bebés. Lo que más critica es el EXCESO de horas, totalmente desproporcionado con la edad de los bebés, y lo que esto implica de desvinculación de sus padres.

“La guardería no puede ser la institución de la crianza donde los bebés pasen todo el tiempo de vigilia”

Se queja de que la sociedad ha desvalorizado a los padres y éstos están perdiendo la intuición, el instinto y la capacidad de captar las emociones de sus propios hijos.

Explica que existe la DEPRESIÓN EN LOS BEBÉS, y cómo pierden el interes por las cosas y son más propensos a coger enfermedades porque se debilita su sistema inmunológico. Cita al doctor RENE SPITZ

Matiza que esto no es su opinión sino que está avalado por numerosas investigaciones que demuestran que el “desarrollo neuronal se ve afectado negativamente con el empobrecimiento de las relaciones con los nenes“. Comparte testimonios de cuidadoras de guarderia sobre lo que sufren los bebés, y ellas mismas en consecuencia, cuando aun faltan demasiadas horas para estar con sus padres

Afirma que esta ruptura de comunicación-empatizar con los hijos desde bebés por falta de tiempo juntos, se notará en la adolescencia

Explica, a petición del presentador, cómo crió ella a sus 3 hijos (el primero mientras estudiaba en la universidad y con excedencia de un año para los siguientes) y cómo aumentó su trabajo externo a medida que sus hijos iban más tiempo a la escuela.

Demanda ayudas públicas para que los padres puedan cuidar a sus hijos al menos 2 años y medidas de conciliación laboral reales y es una de las promotoras del Manisfiesto “Más tiempo con los hijos

El presentador le acusa de culpabilizar a los padres mileuristas que necesitan la guardería para trabajar ambos fuera de casa y de ser ANTI-PROGRESISTA por criticar una de “las mayores conquistas sociales” que figura crecientemente en los programas electorales. Eulàlia Torres de Beà responde que para ella eso no es progresismo y que “aunque cambie la sociedad y la tecnología, las necesidades, angustias, … de los bebés son las mismas y no han cambiado”. Y recuerda que España es el tercer país mundial en consumo infantil de psicofármacos.

Ella recomienda a los padres que se informen de estos temas y que INVIERTAN en criar a sus hijos de pequeños.

2. TEXTO DEL LIBRO “LA MEJOR GUARDERÍA, TU CASA”

tomado de la revista “El mundo de tu bebé” nº 214

EN BUSCA DE LA VERDADERA CONCILIACIÓN

Si un niño vive sus primeros dos años en su hogar, la guardería y la escuela serán lugares atractivos. Aparte de recibir ayudas, los padres necesitan volver a creer que su papel es fundamental.

Algunos cambios sociales, sobre todo la progresiva incorporación de la mujer al trabajo sin las ayudas sociales necesarias para que las necesidades tanto de ella como de sus hijos estuvieran atendidas, trajeron la tendencia cada vez mayor a criar a los hijos fuera de casa.

Dentro de la década de los setenta se produjeron movimientos políticos que, con toda justicia, reclamaban mejoras en los derechos laborales, familiares y académicos de la mujer. Pero sucedió que en esos movimientos se mezclaron iniciativas de distintos órdenes y, entre ellas, la presión hacia la generalización de la guardería, que, desde una fuerte carga de idealización, se calificó como “mejor” sistema de crianza. Como si la guardería fuese lo que necesitaban los bebés.

Esto fue llevando a una progresiva pérdida de la posición de los padres en relación a la crianza. Hace años ellos conocían bien la importancia de sus funciones de crianza y de educación en relación a los hijos, pero parece que, más tarde, generaciones posteriores de padres han ido creyendo, equivocadamente, que sus hijos necesitan técnicos y que su papel es secundario.

Hoy en día muchos padres han dimitido completamente de su rol, han creído la propaganda que dice que hay otras personas que pueden realizar su papel mejor que ellos, se han autodesvalorizado y se han colocado en el lugar de cuidadores de segunda clase. En lugar de valorar su intuición y su instinto, dejan pasar delante “la técnica”, es decir, los estudios de los profesionales de las instituciones.

Juntos el mayor tiempo posible

Si el bebé permanece muchas horas en la guardería, le quedarán pocas para conservar suficiente contacto y conocimiento mutuo con los padres. Como consecuencia de este escaso contacto, los padres a menudo conocen poco a sus hijos.

Los grandes acontecimientos, como iniciar la marcha, los primeros bisílabos y palabras, sacar pañales y enseñar el control de esfínteres, suceden en la guardería, por lo que la madre, y por supuesto el padre, no suelen conocer bien los datos de evolución psicomotora, lo que nos muestra que no tienen a su hijo bien perfilado en su cabeza. Así, cuando en la consulta del pediatra o del psicólogo se les preguntan los datos de evolución, a menudo deben consultar a la guardería.

La relación con los padres se diluye y, como dice Rygaard (2008), el sistema de apego se desactiva. Como consecuencia, no es excepcional que las madres se sientan inseguras en relación a lo que deben hacer con sus hijos; no es infrecuente que eso también lo consulten en la guardería.

La madre corre el riesgo de perder sensibilidad y empatía hacia las necesidades del niño, y confianza en su habilidad para interpretar las señales del bebé y en su capacidad de tomar decisiones en relación a su cuidado.

Esta dimisión de los padres de su función, esta aceptación de que la suya es una posición secundaria, es grave. Para los hijos es importante tener padres que conozcan su función, que les conozcan bien, que sepan lo que los hijos necesitan, que se atrevan a tomar decisiones, en lugar de padres desvalorizados, secundarios, que creen que deben consultar en la guardería todo lo concerniente a sus hijos.

¿Cómo podrían los padres autodesvalorizados, inseguros, que dimiten de su rol, tener una autoridad estructurante y necesaria hacia sus hijos? ¿Cómo podrían ejercer esa autoridad estructurante que los hijos necesitan -y que en el fondo agradecen-, que permite poner los límites correctos que empujan la evolución, la maduración, para que los ayude a encaminar sus pasos en tantos aspectos de su vida? Esa autoridad real, que no hay que confundir con autoritarismo, marca los verdaderos “límites” de los que tanto se habla y que tantas veces se confunden.

Dos años para dedicarnos a su cuidado

No hay duda de que el camino en que nos deberíamos empeñar todos es el de reclamar ayudas de los poderes públicos para poder organizar una conciliación real y poder cuidar nosotros mismos de nuestros hijos.

Con este escrito trato de ofrecer algo de mi experiencia para contribuir a lograr una conciliación real en el cuidado de los hijos. Pero, aun siendo muy importante el logro de esta conciliación, todavía lo es más que los padres recuperen claramente el conocimiento de su importancia en este cuidado. Que recuerden la importancia central de su función en la crianza de sus hijos,que no les quede duda de que ellos tienen el papel principal. Este es uno de los cambios culturales que tenemos pendientes.

Este texto está dedicado a aquellos padres que se están planteando cómo y dónde criar a sus hijos, a aquellos otros que en el futuro deberán tomar también esta decisión y, por qué no, a aquellos que han iniciado su camino de crianza en la guardería, pero que deseen reflexionar acerca de la forma en que la están utilizando, el número de horas que sus hijos asisten a ella y la edad a la que han empezado.

También es esencial pensar en cómo se organizan los padres para cultivar y disfrutar de la relación con su hijo durante las horas de que disponen para compartir con él y tantos otros detalles vinculados a la relación con el hijo.

Más aún, creo que tener claros los elementos esenciales de la crianza puede ayudar también a reflexionar a los padres que están criando a sushijos en casa. No podemos creer que, por muy abundantes que sean los padres intuitivos implicados que comparten actividades con sus hijos de forma sensible y válida, todos los padres tengan estas capacidades.

Es posible que haya niños que estén en casa, pero mirando cómo se mueve la ropa tendida o, desde pequeños, delante del televisor durante horas, o cuando son algo más mayores dedicados solamente a la Play o a los juegos de Internet. Evidentemente, esta no es la crianza deseable para ellos.

En cuanto a la edad de comenzar a asistir a la guardería, mi experiencia me lleva a pensar que una edad adecuada es aproximadamente los dos años y medio o los tres, cuando el niño comprende ya el lenguaje y es capaz de explicarse y de dar a entender a la maestra y a la madre lo que le sucede.

Esta edad coincide con otro parámetro, la casa ya se le está quedando pequeña; ahora disfruta de actividades fuera de casa, busca relación con niños y está preparado para integrarse en juegos de su nivel. Ahora sí que es el momento de ayudarlo a socializarse. De esta forma, la escuela será para él un lugar atractivo, en lugar de que corra el riesgo, según cómo se hagan las cosas, de que la escuela le resulte una pesadilla para siempre.

Sin embargo, hay niños que, por necesidades familiares o por la razón que sea, a los dos años asisten ya tres horas diarias a la guardería. Si hacemos caso de Belsky (y de otros investigadores), que dice que todo lo que sea más de diez horas semanales al final del primer año es preocupante, podemos pensar que tres horas por día a los dos años es un régimen tranquilizador que permitirá al niño comenzar sus primeras experiencias de forma segura.

Atender las propias necesidades

En alguna ocasión, conversando sobre la crianza y mencionando la importancia de la relación entre el bebé y la madre, me han preguntado si creo que la madre debería estar con su bebé siempre. Por supuesto que, por mi parte, no recomendaría intentar algo parecido. La madre puede atender sensible y cuidadosamente las necesidades de su bebé, pero ella también tiene sus propias necesidades.

En los primeros meses del bebé, cuando madre e hijo “se están conociendo”, la lactancia se está regularizando y la madre está descubriendo las características de su hijo, sobre todo si el que acaba de tener es el primero y, por lo tanto, pesa la lógica inexperiencia, ella está atrapada por la enorme dependencia del bebé, que le ocupa completamente su mente, además de gran parte de su tiempo.

Puede sentirse agobiada por la situación. Por supuesto, no ocurre lo mismo si se trata de un segundo o tercer hijo, ya que la experiencia anterior ayuda a tomar todas las situaciones en relación al bebé con una calma diferente.

De todos modos, la madre puede sentirse a ratos demasiado atrapada, algo sobrecargada y añorada de áreas de su vida que en este momento no puede disfrutar como antaño: salidas con amigos, su trabajo, etc. Por supuesto, allí puede estar un padre sensible que la ayude a llevarlo mejor,

La madre, poco a poco, encontrará la normalidad, pero la crianza no puede ser cosa de una persona sola. Es mejor que la realice un grupo reducido de personas, que pueden ser los padres y alguien más, que conozcan bien al bebé, lo quieran y estén muy bien coordinadas a la hora de atenderlo.

3. DOCUMENTALES RELACIONADOS

VÍDEO SOBRE JAY BELSKY, Aprendiendo a ser padres, en el programa Redes de Punset (info)


Jay Belsky: Aprendiendo a ser padres por raulespert

VÍDEO SOBRE EL CEREBRO DEL BEBÉ en el programa Redes de Punset (info)

Sitio oficial: Fundación Eulàlia Torras de Beà y Manifiesto “Más tiempo con los hijos

Venta online del libro “La mejor guardería, tu casa
Otros libros de esta autora

En El Blog Alternativo: Entrevista en La Contra a Eulàlia Torras de Beà: “La guardería no puede criar saludablemente a un bebé
En El Blog Alternativo: Artículo sobre el manifiesto “Más tiempo con los hijos”
En El Blog Alternativo: La familia contra el Club Bildelberg y La familia: liquidación por defunción

En El Blog Alternativo: Artículos sobre conciliación familiar-laboral y guarderías

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