domingo, 26 de septiembre de 2010

A punto de legrar, habia latido


La pérdida de un bebé es siempre una tristísima noticia.
Hoy la noticia tiene un final feliz, porque la madre a la que se le dijo que no había latido del feto, tuvo la suerte de no ser legrada inmediatamente. La enviaron a su casa, con las indicaciones de volver en un par de días.
Cuando regresó al hospital, con la intención de ser legrada, los médicos le dijeron que sí había latido, que su bebé vivía.
Tras el shock, y la inmensa alegría posterior, pensamos en esa familia, que sigue esperando ilusionada la llegada de su bebé, mientras se abren muchos interrogantes al respecto:

. Ella se pregunta qué habría pasado si hubiese ido a otro hospital, si se habría ahorrado la mala noticia, el disgusto.
. Otra pregunta al respecto es la posibilidad de esperar, tras un diagnóstico de muerte prenatal, ¿por qué sigue siendo la única posibilidad realizar un legrado, y demasiadas veces, inmediatamente?
. ¿Por qué no se ofrecen a la mujer y su pareja las alternativas seguras que existen en estos casos: un legrado o una expulsión natural del bebé?
. ¿dónde está la información veraz acerca de los riesgos reales de hacer un legrado o de esperar a que el cuerpo de la madre haga su trabajo?
. ¿hasta cuándo seguiremos las mujeres aceptando serias intervenciones artificiales?
. ¿cuántos casos como los de la mujer de la noticia habrán tenido otro final, menos feliz, al someterse a la intervención del legrado, inmediatamente?

El parto es nuestro

1 comentario:

Anónimo dijo...

Anda... el tema del legrado me daba vueltas estos días.. tratamiento natural, expulsion espontanea... esas cosas. Gracias!